Guanajuato es una de las más encantadoras alternativas turísticas que ofrece México. Como capital de su estado homónimo, esta bella
ciudad ofrece a los viajeros la posibilidad de vivir una experiencia única, donde la arquitectura del lugar se convierte en la protagonista principal de cada recorrido. Atrapantes callejones se disponen próximos a jardines apacibles que invitan a la lectura. El arte en todo su esplendor puede palpitarse en cada rincón, al igual que la música y la danza que contagian a los turistas deseosos de disfrutar cada instante de la estadía. Museos, túneles y una exquisita riqueza minera también integran esta apasionante
alternativa turistica.
Un paseo por la ciudad de los tres planos parece ser la opción más escogida por los turistas que arriban a la región, deseosos de conocer cada uno de los rincones de esta bella ciudad colonial. Elevada sobre una barranca, Guanajuato se vio obligada a elevarse sobre sí misma para poder subsistir. Las antiguas vías que atravesaban su territorio, se vieron arrolladas por un gran caudal de agua que las inundaciones trajeron aparejadas, y fue sobre ellas que se instauraron las calles que hoy se pueden recorrer a lo largo y a lo ancho de la
ciudad. Asimismo, las montañas de la región debieron ser perforadas para poder canalizar el agua y luego poder construir estas sendas. Integran además el paisaje urbano de esta
localidad mexicana, los famosos túneles y la carretera Panorámica.
Un paseo por Guanajuato sin duda se configura como una experiencia mágica e imperdible, donde el viajero podrá contemplar la belleza de esta ciudad en todo su esplendor. Generalmente el recorrido inicia en el Jardín Unión, un hermoso parque triangular situado en pleno centro de la ciudad. Desde este punto se puede apreciar el Templo San Diego y al asomarse sobre el callejón derecho del mismo, se podrá contemplar la mejor perspectiva de la ciudad, donde los tres niveles quedan totalmente expuestos definiendo una postal única. En la parte posterior de esta parroquia se puede hallar un pequeño pero atractivo museo y en la sección izquierda un funicular con cabina de cristal. Al cruzar el túnel que se nos presenta inmediato, se puede arribar a otra área mágica de la
ciudad: la que nos permitirá apreciar el
Monumento al Pipila, un verdadero símbolo de Guanajuato.
Al encontrarnos en esta parte elevada de la
ciudad, no solo se podrá acceder al mirador del Pípila, sino además apreciar la Alhóndiga de Granaditas, así como la imponente Universidad de Guanajuato y la Basílica. Por su parte, al descender entre calles y callejones, el turista también podrá encontrar sitios que esconden cientos de leyendas e historias, como el reconocido Callejón del Beso. Asimismo, se pueden ir recorriendo otros atractivos como la Plaza de los Ángeles y el Palacio Legislativo.
Como se puede apreciar,
Guanajuato ofrece un sinfín de atracciones para todos los gustos y preferencias. De este modo, un recorrido por esta ciudad logrará sin dudas seducir a los visitantes provocándoles el deseo de querer regresar nuevamente.
Maria Eugenia Cervigni